La biodiversidad –la variedad de la vida en la Tierra– hace de nuestro planeta un lugar habitable y hermoso. Muchos de nosotros vemos la naturaleza como una fuente de placer, inspiración o esparcimiento. Pero también dependemos de ella para conseguir alimentos, energía, materias primas, aire y agua, es decir las cosas que hacen posible la vida tal y como la conocemos y que mueven nuestras economías.
Y, a pesar de que la naturaleza es insustituible, a menudo pensamos en ella como en algo garantizado. Muchos sistemas naturales están sometidos a presiones que afectan a su funcionamiento. Muchos incluso están al borde de la destrucción. La pérdida de biodiversidad, que es como llamamos a este fenómeno, es omnipresente.
Por eso la Unión Europea se ha comprometido a detenerla. En los últimos 25 años, la UE ha creado dentro de su territorio una red de 26 000 zonas protegidas que abarca más de 850 000 km. Se conoce con el nombre de Natura 2000. Es la mayor red de zonas protegidasdel mundo y una prueba de la importancia que concedemos a la biodiversidad. Estamos decididos a reforzar este programa histórico con medidas a más largo plazo.
Todos nosotros podemos hacer más para ayudar. Todos podemos hacer cosas para proteger la biodiversidad y se necesita la participación de todos. Todos podemos hacer pequeños cambios en nuestros hábitos diarios sin cambiar radicalmente nuestro estilo de vida. La suma de estos pequeños gestos puede ser una gran ayuda.
Esperamos que los consejos que proponemos en esta guía práctica sirvan para dar el paso.
Consumir alimentos locales de temporada, reducir el consumo de agua, aprovechar los residuos alimentarios para elaborar compost o conocer mejor las especies de animales y plantas que viven en nuestra localidad… si todo el mundo hiciera algunas de estas pequeñas acciones supondría una gran diferencia para la protección de los recursos naturales de las futuras generaciones.
Janez Potočnik
Comisario Europeo de Medio Ambiente